domingo, 31 de marzo de 2013

10.02.03


10.02.03

Último día de rular por África, hoy acaba nuestro largo periplo por estas tierras, atrás queda Mali y Senegal, dos países duros, pero acogedores, han sido mas de 1400 Km de pedaleo, parece mentira poder contarlo, ahora que ya hemos llegado a nuestro destino sanos y salvos, con tantas experiencias que contar, tantas cosas que recordar, pensamientos que seguro nos inundarán cuando estemos en nuestros hogares, bajo el calor cotidiano de nuestra casa, nuestra fortaleza segura de lo conocido.


"Todo esto lo estoy contando después de más de tres meses de estancia en Barcelona, meses muy duros para mi, un intervalo en mi vida muy difícil de olvidar, gracias a este diario, he podido volver a vivir mi experiencia africana otra vez, esta estaba escondida dentro de mi, asustada por el duro golpe sufrido, esperando a salir con la misma fuerza que entro en mi vida, parece que todo estaba predestinado, África, no quería dejarme sin huella, no estaba dispuesta a que la olvidara, tenía que marcarme, me dio una lección imposible de pasar inadvertida, con África no se juega, hay que amarla pero sin bajar la guardia, sin menospreciarla, es un continente muy duro para subestimarla, a pesar de todo lo padecido, no me arrepiento lo más mínimo de haberme decidido a luchar con esta tierra, casi dejo la vida en ello, pero son estas las experiencias que he venido a vivir en este mundo, el riesgo ha sido muy alto, con un menosprecio insultante por mi parte, pero por lo menos tengo otra oportunidad, África me ha advertido, y eso lo tengo claro no pienso olvidar lo...con ganas de volver..."
        ...ébano oscuro
     por tus venas rojas
     volé...
     ...arrogante sol
     tus rallos quemaron
     mi piel...
     Africa
     tu agua bebí
     tu negra noche sentí
     en mi cuerpo, sellado
     tu fragancia, tu dolor.
     en mi alma, adosada
     tu energía,  tu fuerza....                       AGUS (30 de mayo del 2003)
         

09.02.03


09.02.03

Hoy es una etapa de transición para llegar a Dakar.

Realizamos los 76Km que nos separan de la gran ciudad de Thiès en muy poco tiempo, tan solo 5 horas de pedaleo. Por supuesto todo por asfalto, rodamos por una carretera principal, el tráfico ha aumentado considerablemente, se nota que estamos acercándonos a la capital de este duro país, hay que estar pendientes del continuo tráfico para que no ocurra nada, es difícil poder relajarse, son demasiados coches y camiones.

Al llegar a Thiès, empezamos la búsqueda de un hotel para pasar la noche, somos guiados por un chaval en bicicleta, este nos hace perder mucho tiempo, al final decidimos buscarlo por nuestra cuenta y encontramos uno que tras el regateo conseguimos una habitación bastante decente. Además está muy cerca de la zona del mercado, por lo que el ambiente es genial, hacía mucho tiempo que no veía este trajín de gente.

Dedicamos el resto del día en comprar algunos encargos y algún capricho que otro.
Esta es nuestra última noche en Senegal, mañana si todo sale bien cogeremos un vuelo para Madrid. Nos fumamos el último porrito que nos queda, han salido clavados, ni contados, este para que sea especial me lo monto con dos papeles...el ciego es descomunal, esta noche dormiremos a pierna suelta, soñando con el caribe...

08.02.03



08.02.03

En la jornada de hoy saldremos del Ferlo, hay quedarán 5 días que difícilmente podremos olvidar, a pesar de la dureza del camino hemos tenido experiencias únicas, en un principio no estaba previsto cruzar Senegal a esta altura, todo fue improvisado durante el camino, nuestro destino era Saint Louis, subir desde Kidira, bordeando la frontera con Mauritania hasta llegar a la costa y allí bajar hasta Saint Louis, parar coger un bus hasta Dakar, pero todo fue cambiado para que la ruta empezara en Bamako y terminara en Dakar, por lo que mirando el mapa y para no seguir las rutas tradicionales escogimos cruzar Senegal por el Ferlo, y dimos en el clavo, pero por supuesto no esperábamos tanta dureza, tuvimos hasta que acortar las jornadas ya que era muy difícil lograr hacer tantos Km por la arena fina, a pesar de este gran inconveniente el poder estar en una zona tan poco visitada te da la oportunidad de compartir experiencias inolvidables con la gente del Ferlo.



Después de unos 10 Km de continua arena, llegamos a Taïf, y por fin el fin del desierto y el comienzo de mi querido asfalto, ¡un hurra por el progreso en la civilización!, estoy seguro que si la ruta hubiera sido al revés de Dakar a Bamako, al llegar a este punto hubiéramos cambiado la ruta por completo, estos últimos 10 Km eran de puro desierto, las ruedas se hundían constantemente en la arena teniendo que bajar y empujar las bicicletas hasta que parecía que la arena era mas dura, así constantemente, menos mal que eran pocos Km, y el asfalto nos estaba esperando, sino la jornada de hoy nos hubiera matado.

A partir de ahora nos quedan unos 220 Km hasta Dakar y con carretera de puta madre, después del gran esfuerzo mola rodar por asfalto y total nos quedan un par de días para acabar todo el viaje. 


A la entrada de Mbake, todo esta lleno de cadáveres de animales, casi todos en un estado alto de putrefacción, es un paisaje aterrador, hay vacas, burros, ovejas, hasta caballos escampados a la misma entrada de Mbake, los buitres se pegan el gran festín. Durante todo el camino se repite la escena, animales muertos, muchos de ellos al ser atropellados, y los buitres introduciendo sus largos cuellos en las tripas de los cadáveres, un espectáculo digno de documental de la TVE2 después de una copiosa comida.

Llegamos a Diourbel después de 88 Km y 5h 40 minutos de pedaleo. Preguntando podemos encontrar fácilmente un albergue para viajeros que está realmente bien, aquí lo llaman A.P.D.J, creo que es para jóvenes, nos alojamos por poco dinero en una espaciosa habitación con baño incluido.

Damos una vuelta por la ciudad buscando un sitio para conectarnos a Internet, el dueño de una tienda nos dirige a un local donde tiene unos ordenadores, todo está lleno de libros, mientras Miguel esta conectado los ojeo, y para mi sorpresa encuentro unos libros para aprender castellano, estos tienen unos textos fascinantes de autores conocidos, Eduardo Galeano, Rosa Montero, Javier Marías, todos ellos escritores contestatarios, escritos sobre la revolución de los pueblos, critica al capitalismo consumista depredador, todos temas muy interesantes, son de una editorial francesa, realmente me quedo alucinado, ¡ojala me hubieran enseñado el inglés con un medio parecido a este!.
    


07.02.03


07.02.03
Hoy tenemos que lograr hacer 58 Km, que es lo que nos separa Tiel de Sadio, nuestro próximo destino.

Nos despertamos más temprano de lo normal, en previsión de la dura jornada que nos espera.
Dejamos Tiel, aún no han salido los primeros rayos, cuando estos empiezan a despuntar ya le hemos robado 10 Km, esto hace que los ánimos se dupliquen y las fuerzas resurjan para afrontar la dureza del camino.

A los 30 Km, después de casi 4 horas de ruta, tenemos la oportunidad de pegarnos un sabroso desayuno a base de tortilla y café con leche en el pueblo de Gassane, esto nos da por supuesto más fuerzas para encarar los 28 Km que nos quedan bajo el abrasador Sol y "la beaucoup de sable".






Pasamos por Yatmil y más tarde por Gerlec, todo va sobre ruedas, los pueblos y las distancias concuerdan con la información que hemos conseguido en el pequeño bar de Gassane. Pero cuando apenas queda  3 Km para llegar a Sadio, llega el gran fiasco, por adelantar tiempo y por ahorrarnos algunas dunas nos metemos de lleno en un campo infectado de pinchos, Miguel decide seguir antes de que se le desinflen las ruedas, pero yo me quedo intentando arreglar los pinchazos, creyendo que tan solo son 2 o 3, en total son 7 y todavía no consigo arreglarlas del todo, son 2 horas bajo una agradable sombra, viendo a la peña pasar con sus burros, andando, incluso pasa una camioneta 4 x 4 cargada de gente, me lo tomo con mucha calma, incluso me fumo un par de cigarrillos, se que Sadio esta cerca por lo que no tengo ninguna prisa en llegar.

Entro en Sadio bajo un fuerte Sol, pregunto a la gente que me cruzo si han visto algún toubab en bicicleta, algunos no entienden lo que le pido y otros me indican que siga recto, en el centro del pueblo logro encontrar a Miguel, este ya se ha encargado de encontrar alojamiento para esta noche. A través de un chico que ha conocido, consigue hablar con el presidente de la comunidad rural, y después de enseñar nuestros pasaportes, nos da una llave para nuestro eventual alojamiento, aunque al final decidimos sacar los colchones a fuera para dormir bajo las estrellas, que es nuestro mejor techo.
En Sadio, conocemos a un tipo que esta currando en España, nos explica que en este pueblo hay varias personas que han trabajado en España, muchos de ellos después de ganar un dinero, vuelven a Sadio y montan un pequeño negocio, es un sitio duro pero la tierra madre les tira muchísimo.
     

06.02.03


06.02.03

Después de una noche de descanso con nuestros amigos los Nars, salimos temprano con la intención de llegar a Gassane a mas de 90 Km del poblado de Naorre, que es el nombre donde hemos pasado la noche según hemos podido entender.

Ha sido el día más duro de todos, hemos pedaleado bajo un Sol implacable, creo que he pillado una insolación ya que he sufrido hasta escalofríos, me es imposible seguir hasta Gassane y decidimos parar en Tiel, a 30 Km de nuestro destino, Miguel lo ha visto claro, si pretendíamos seguir lo mas seguro que sufriera una lipotimia o algo parecido. El Ferlo es una zona muy dura, nada comparable a las jornadas anteriores, hay muchísima arena, que hace ralentizar la pedaleada de una forma brutal, no se si es por esta cuestión o que ya empiezo a pagar el esfuerzo sufrido todos los días atrás, que me veo con muy pocas fuerzas para seguir bajo estas condiciones. Esta claro que hay que cambiar el chip y programar jornadas más cortas mientras estemos en el Ferlo, y hacer más Km en asfalto.

En Tiel nos acogen en una escuela unos simpáticos profesores, algunos de ellos hablan un poco de español. El director, Baba, un monstruo de 2 metros de altura por otro tanto de ancho, me agarra de la mano y bajo el abrasador Sol me hace acompañarlo para comprar la cena, mi mano parece la de un niño bajo sus enormes manazas, no me siento a gusto y decido andar solo sin ir agarrado, no es que tenga mal rollo, pero todavía estoy padeciendo los efectos de la insolación, encima Baba es conocido por todo el pueblo, y paramos cada instante a hablar con toda persona que se nos cruza, y como no hay ni balcones, ni porches, ni nada para que me pueda cubrir del Sol, tengo que arrimarme a las paredes para poder salvaguardarme de los intrépidos rayos solares, estoy a punto de desfallecer y el colega regatea un mogollón, me siento cada vez peor, al final resisto estoicamente y logro llegar de una pieza a la escuela, allí decido descansar y no moverme por un rato largo, me bebo unas coca-colas y algún que otro litro de agua, después de un baldeo de rica agua empiezo a sentirme mejor, incluso me fumo un par de cigarros.

Pasamos el resto del día en la escuela, por la noche nos pegamos una sabrosa cena con los dos pollos que hemos comprado, al final valió la pena el esfuerzo de la dichosa compra. También esta noche dormimos en un cómodo colchón bajo las estrellas, el gran Baba le echa los trastos a Miguel, incluso le ofrece una foto suya, de mi pasa bastante desde que se entera que tengo una pareja, Miguel al decir que vive solo, le hace al gran Baba soñar con una noche desenfrenada con el toubab de la bici.

Después de arreglar los pinchazos ya cotidianos, nos fumamos un porrito de rica ganja y caemos en un profundo sueño, mañana intentaremos salir más temprano de lo habitual para poder robarle una horita a nuestro inseparable compañero de viaje, el Sol.

Se aproxima el final, por una parte tengo ganas de acabar, pero otra me dice que con más tiempo se podrían hacer cosas muy interesantes, estoy seguro que si estuviéramos un par de días por algún pueblo de estos y hacernos conocer, podríamos llegar a vivir experiencias verdaderamente inolvidables, aunque Miguel en Tiel no se quedaba ni loco, Baba es muy grande y como todo lo tenga igual...  

05.02.03


05.02.03

Después de pasar la noche al aire libre, nos dirigimos a Velingara, según nuestros cálculos deberían ser 80 Km, pero no sabemos como, después de haber recorrido 92 Km nos quedamos a 15 Km del destino. Debe haber un error en nuestro mapa, ya que nosotros siempre hemos llevado la dirección correcta y una cosa es desviarse 5 o 6 Km, y otra hacer más de 30 Km.

Al final se nos echaba la noche encima, y las fuerzas estaban ya muy agotadas, por lo que decidimos pasar la noche en un poblado donde nos acogen sin ninguna reserva.

Allí nos ofrecen cama y cena, el poblado, o mejor dicho pequeño asentamiento, viven unos pastores, y según sus explicaciones, llegamos a la conclusión que son Nars, es la primera vez que oímos este nombre, según averiguaciones que hicimos más adelante, son una etnia de pastores nómadas de Mauritania. No hablan francés, tampoco tienen pinta de conocer el árabe, suponemos que hablan en su lengua, son muy hospitalarios, nos ofrecen una cama, una "peaso de cama", con un blandito colchón y una almohada, todo un lujo para nuestros exhaustos cuerpos, hoy también dormiremos con las estrellas como techo. También nos ofrecen lo poco que tienen para cenar, agua, arroz. Comemos en bandejas con las manos junto a un miembro del clan. Todo es mágico, después de la dura jornada se nos ofrece una noche inolvidable, cenamos alrededor de un fuego, después un té, y una risas. Ellos hablan en su lengua y nosotros les contestamos en español, da igual, hay tan buen rollo que a veces parece que nos entendamos, de todas formas todo lleva a una carcajada tras otra, incluso hay un momento de confusión que parece que nos estén ofreciendo a sus mujeres para pasar la noche, supongo que todo es un chiste y no nos lo tomamos muy en serio para no meter la pata.

Ha valido la pena quedarnos, y no cometer la locura de seguir pedaleando bajo la oscuridad. Hubo un momento en que pasaba un camión cargado de gente, que Miguel quería pillar para llegar hasta Velingara, menos mal que el camión no paró, ya que yo lo tengo muy claro, solo cogeré un coche o un camión si es del todo imprescindible.

Noches como estas hay muy pocas, y sobre todo sin programar, esto es lo que puede deparar viajar en bicicleta por Africa, en cualquier sitio, por muy pequeño que sea siempre habrá alguien que esta dispuesto a acogerte, es su forma de ser.
  

04.02.03


04.02.03


Nos adentramos en la región del Ferlo, durante cuatro días tenemos que cruzar esta zona de pastoreo para enfilar la ruta hasta Dakar. Como imaginaba es una zona árida, muy seca pero muy buena para el pastoreo, según nuestro mapa cada ciertos kilómetros se encuentra un pozo de agua, estos nos indicarán donde pasar la noche, al menos ese es el plan.

Durante la ruta nos cruzamos con grandes rebaños, y da la sensación que más adelante el numero de cabezas aumentará considerablemente. Por suerte solo hemos pinchado una sola vez, y al principio de la jornada. Es un alucine, ahora que estamos adentrándonos en la zona con más plantas de pinchos que jamas haya visto y solo pinchamos una vez. La pista está en muy buen estado, se puede rodar bastante rápido, y sino fuera por el Sol sería un paseo agradable, pero el calor te hace beber todo el agua y para colmo esta se calienta muy rápido.

Cruzamos poblados muy pequeños, la peña flipa más que nosotros, seguro que por esta ruta pasan poquísimos extranjeros. Esta parte de Senegal no es de las que visitan los turistas, son esas zonas que todo el mundo deja de lado al tener que cruzar el país de este a oeste, es normal todos eligen la ruta del tren o la de la carretera que antes llevábamos nosotros. Aunque parezca una locura cruzar el Ferlo en bicicleta,  por ahora todo va viento en popa, y estamos teniendo la oportunidad de conocer una de las partes más profundas de Senegal.

Después de 5 horas y 30 minutos de pedaleo, tras recorrer 84 Km, llegamos a nuestro destino de hoy, el poblado de Ranerou. Nos han acogido en el primer sitio donde hemos preguntado, es un recinto donde hay una decena de personas sentadas en grandes esterillas, todos adultos y varones, lo más seguro que la gran mayoría fueran pastores, en un principio nadie nos decía nada, se notaba que todos estaban de paso, que nadie era el dueño, hasta que el mas viejo de todos nos dirigió hasta el interior y nos ofreció una pequeña habitación para dormir, aunque al final nos conformamos con una esterilla para estirar nuestros sacos y dormir al aire libre, la verdad es que los dos deseábamos pasar la noche bajo las estrellas. Mañana dejaremos la gran pista y nos desviaremos para cruzar el Ferlo por pequeños caminos, promete ser bastante duro pero muy interesante.

Esta zona parece desconectada del mundo debido en parte a la ausencia de infraestructuras, se nota que esta marginada de los proyectos del gobierno senegalés. La falta de carreteras en condiciones que conecten los diferentes pueblos, la ausencia de electricidad, la demanda de escuelas esta lejos de ser satisfecha.